Crónica de una pesadilla electrónica

Artículo publicado en la revista "Sin Fronteras" en la edición de Diciembre 2004.

Pedro usa expertamente sus programas de oficina y se da a conocer por siempre dar la mano y enseñar como usar las funciones del programa x o y.   Entre su constante investigación de las últimas tendencias en el Internet, Pedro descubre un programa que cambia la flecha del ratón por un arbolito de navidad con luces que se prenden y apagan.

Sin embargo, sin conocimiento de Pedro, cuando baja el programa a su vez está accediendo a bajar un programa que funciona como un servidor o repetidor de correos electrónicos.  Para la conveniencia de Pedro, cuando el solicita bajar un archivo interactivo su computadora lo graba, instala y abre.  

Esa noche, cuando la oficina está vacía la computadora de Pedro envía una señal al Internet y deja saber que el caballo de troya funcionó, el programa está listo para ser utilizado.  El “spammer” vé que tiene ahora otra computadora con acceso al Internet que puede usar para enviar su “spam.”  Todo buen “spammer” utiliza una red mundial de computadoras infectadas para que lleven a cabo la labor de enviar correos en masa por el.  De esa manera el “spammer” no tiene ni que pagar por las computadoras, ni por el acceso al internet sino que utiliza el de sus víctimas.

Al otro día, Pedro decide propagar el espíritu navideño y envía el programa a Gloria, Maribel y otros compañeros de trabajo.   Pedro pasa la prueba de confianza de quienes reciben sus correos.  Ahora son más personas con el arbolito de Navidad ya su vez, más personas que han abierto sus puertas a un caballo de troya que sirve los propósitos de un “spammer.”

A la semana, todos ellos se encuentran con que el Internet está lento, la computadora está vaga. Si le ponen más memoria a la computadora o invierten en mayor ancho de banda, las cosas mejoran un poco pero luego todo avance se desvanece.