Poco antes de las seis de la tarde hoy capté los últimos minutos de un mensaje al pueblo. Mientras escuchaba a esta persona hablando, pensaba ¿estoy escuchando un candidato a la gobernación? ¿es esta una plataforma de partido? A grandes razgos se mencionaron temas de desarrollo económico con los cuales he trabajado como voluntaria del sector empresarial por los pasados 5 años: impulsar empresas de capital nativo, la innovación, la tecnología, una mejor calidad de vida, facilitar la inversión, crear un mejor clima de negocios, agilizar la permisología. Si la persona que estoy escuchando quiere lo mismo que yo, seguramente nos conocemos o nos hemos topado en los múltiples foros o estudios, pensé mientras trataba de reconocer la voz.
La voz no la reconocí pero al concluir el mensaje escuché el lugar desde el cual se trabajarían soluciones para impulsar todos estos temas.A mi sorpresa el lugar era la Cámara de Representantes, el autor del mensaje era el Hon. José Aponte, Presidente de la Cámara. El propósito del mensaje luego aprendí era explicarle al pueblo porqué él no favorecía una extensión de la ley actual, sino revisarla y atemperarla para que sirva de base para los próximos 10 años.
Bonitas como fueron sus imágenes del futuro para Puerto Rico y loable como es su compromiso con atemperar la Ley de Incentivos Industriales, de igual grado es su error. ¿Deberíamos atemperar la ley? Nadie lo duda. Pero el tiempo para esto no es ahora. Ahora, lo que corresponde es extender la vigencia de la ley actual por 2 años.
¿Porqué una extensión? ¿Porqué dos años? ¿Porqué no trabajar una nueva ahora?
El julio pasado cuando estábamos a 18 meses de la fecha de expiración de la nueva ley era el momento de circular borradores de la ley. Hay que trabajar en una nueva ley pero no podemos permitir aumentar la desconfianza e incertidumbre al no tener un plan claro y estable por al menos 24 meses. En el 2005 se nota un aumento en los cierres y reducciones de empleos en el sector de manufactura. Este ritmo de reducciones ha tomado al sector de manufactura por sorpresa y generado una alarma entre los ciudadanos que laboran en este sector o dependen de él.
Si tomamos como ejemplo el proceso de la ley de que crea por primera vez en Puerto Rico un impuesto a la venta y al uso ( IVU). Esta ley se desarrolló en un periodo más o menos de seis meses. No empero al tiempo discurrido, al otro día de pasar la ley los mismos legisladores tenían interpretaciones diferentes de la misma y del total del impuesto. Algunos aclaraban que la intención era un total no más alto de 5% y otros aseguraban que el total del nuevo impuesto era 7%. Este periodo de crear un impuesto ve a su vez la creación de potencialmente 79 puntos de recaudación de impuestos a la venta, ya que entran los municipios a procesar el mismo, junto con Hacienda. Este periodo de revisión de nuestro sistema contributivo causó desasosiego en los consumidores y cautela en los negocios. Al día de hoy muchos aún no están claro del proceso.
En repaso del proceso de crear el IVU, muchos estimamos que dos años serían un periodo de tiempo que acomodaría redacción, estudios de impacto, diálogo y educación. Pasar una ley de extensión que aplique por menos de 24 meses es complicar la vida a los negocios. Sin embargo si todos los pasos de la ley se cumplen antes de los 24 meses, no habría problema con derogar la extensión para dar paso a lo que esperamos sería una mejor ley, dirigida a incentivar la inversión.
¿Porqué? ¿Es esto parte de una campaña de miedo: se van las multinacionles, se van…?
No es campaña es una realidad, documentada. Cada empresa tendrá su razón particular. Tendrán razones oficiales y extra-oficiales, pero una regla de base es que las empresas planifican proyectos normalmente con una ventana de 18 meses, poco más , poco menos. Cuando tocaba planificar y rendir una proyección que cubría un periodo de tiempo más allá del 31 de diciembre del 2007, empezamos a tener un problema. El problema es que las proyecciones no contaban con una idea clara de qué pasaría.
No había borrador, no había estudios, no había diálogo de cuál sería la próxima ley – Aquí fallamos muchos, distraídos o dormidos. Las asociaciones debieron haber completado sus estudios hace 18 meses para comenzar a redactar una nueva ley o compartir los resultados y cabildear por estrategias particulares de una nueva ley. Recientemente pregunté a la persona asumiendo la presidencia de una asociación que agrupa un sector industrial y a la pregunta ¿porqué no hubo borradores ni preprarativos? me contestó con gran franqueza que desafortunadamente la costumbre había sido que la legislatura presenta las leyes y ellos comentaban al respecto. Con la distracción del IVU y los cambios en impuestos y leyes laborales las asociaciones estuvieron tan ocupadas respondiendo a otras leyes que no ciruclaron algunas de las ideas que ya tenían y se quedaron esperando ver un borrador. Puede que el circo reciente de política con clima de crisis tras crisis haya aportado a la falta de preparación, pero creo importante comenzar el trabajo de la nueva ley reconociendo que aquí muchos dejamos caer la bola y dimos paso para la improvisación.
Entre enero del 2005 y marzo del 2007 se han registrado en Puerto Rico 44 cierres o reducciones de plantas de manufactura. Eso es casi 2 plantas por mes. Estimo que se han perdido unos 8,168 empleos. Esta cifra la saco de documentación ofrecida por la Asociación de Industriales y conocimiento propio de algunas empresas afectadas. ¿Es esto mucho o poco? Si cada una de las personas empleadas tuviera a su cargo dos dependientes, estamos hablando de 24,504 individuos afectados. En Puerto Rico eso es más que la población total de muchos municipios. Les invito a imaginarse un pueblo como Luquillo o Moca que gradualmente sobre los pasados dos años se encuentra con 100% desempleo.
Pero no se han ido todas las mulitnacionales. No se fueron al acabar las 936, no se irán na’. ¿Porqué se quedan?
Esta es una pregunta que atendió el Profesor de Princeton, Nathan Jensen en un estudio recién publicado y malinterpretado por el economista local Francisco Catalá ante los medios. Jensen, preguntó porqué las multinacionales, aún y cuando otros países del mundo tiene ofertas de incentivos contributivos más atractivos, no mudan o consolidad operaciones allá. Jensen descubre que más allá de los incentivos, las multinacionales valoran
- la disponibilidad de información y transparencia de procesos, el diálogo y estudio abierto sobre desarrollo económico,
- la separación de poderes, las avenidas para representar la pluralidad de opiniones, en particular el cabildeo por posturas a favor de la manufactura, local o foránea.
- la credibilidad del gobierno
Si en el pasado no salieron corriendo las multinacionales cuando se acabo cubierta de la sección 936, Jensen nos da a entender que el diálogo abierto a todos los niveles de cuál sería el impacto y cómo Puerto Rico pensaba atender el cambio fueron factores importantes que mitigaron el efecto.
La realidad actual es que la discusión sobre la nueva ley de incentivos no ha comenzado aún. Hemos perdido la transparencia en procesos y desatendido la planificación. Peor aún el clima de negocios se ha desmejorado con actitudes antagónicas entre patronos y empleados. En los pasados 18 meses en vez de trabajar una nueva ley de incentivos hemos pasado leyes que des-incentivan la creación de empleo y cargado a las empresas con más procesos contributivos.
Esto explica porqué ahora, a diferencia de transiciones anteriores hemos visto una aceleración en la reducción de op
eraciones de manufactura en la Isla.
¿Pero cada semana escuchamos de multinacionales que vendrán a Puerto Rico y de una que otra expansión…
Cierto, pero estas noticias son acuerdos de promoción. Cada parte saca a los medios su compromiso para un resultado idóneo. Pero a menudo la promesa de 200 empleos resulta en 110, de 400 en 230. A diferencia de las promesas y proyecciones de inicio de un proyecto las noticias de empleos perdidos son números más certeros. Los 350 que despidieron casi nunca resultan ser 120 en vez.
El periódico informa del éxito de las promesas y ofertas de promoción. Pero estas buenas noticias y las mismas promesas serán afectadas por la falta de una base transparente de leyes e incentivos para más allá del 31 de diciembre del 2007. Por mi parte, mi relación ha sido principalmente con la industria local
y conozco por parte ellos reducciones, cierres y la merma en la
confianza sobre el gobierno ante la posibilidad de que cojan esta
importante ley para hacer campaña política con la crisis auto-generada
por la falta de compromiso por el bien común. Si los locales pierden confianza en los procesos del gobierno me parece solo natural que con el tiempo lo pierdan también los que están por llegar o recién llegados.
¿Es esto un tema de multinacionales vs locales?
No. Jensen encuentra que para las empresas foráneas es claro que cuando una ley es buena para la industria nativa es buena para las multinacionales. Estamos hablando de crear las bases para un sector de manufactura saludable y diversificado.
Hay que cuidar la retórica
Aponte hablaba de una ley para el desarrollo económico y social, una ley que "incluya
áreas como ciencia y tecnología, desarrollo de la búsqueda científica,
distribución de servicios y productos, transferencia de tecnología,
inversión en equipo tecnológico y proyectos de infraestructura como la
producción de agua, energía eléctrica y plantas de reciclaje." Para el éxito de tal ley es primordial antes tener un clima de negocios saludable dondeno se promueve el antagonismo entre patronos y empleados. Llamar "mercaderes de miedo" a líderes industriales mina la confianza básica necesaria para generar empleo productivo y fomentar patrones saludable de productividad y crecimiento. Si el empleado siente apatía por su jefe, les aseguro que será un empleado que no da el máximo, el 120%. Empleados productivos y empresas vibrantes requieren confianza entre gerencia y empleomanía.
Antagonizar a la industria publicamente pero comprometerse a trabajar una ley que promueva la inversión es una contradicción insalvable. La retórica está desincentivando la inversión. En mi experiencia de ventas, es más fácil una venta con clientes satisfechos existentes que cerrar una venta con un prospecto. Ambas son importantes para crecer una empresa pero desatender clientes existentes por conseguir nuevos es riesgoso. Si la manufactura representa 40% de nuestra economía al día de hoy, recomiendo atender este segmento por sí solo y dejar para otra ley cómo incentivar el desarrollo de pequeñas y medianas empresas, el desarrollo del sector de tecnología. Llevo trabajando a favor de las pequeñas y medianas empresas y una clima de innovación e inversión y por lo que he conocido en este pasado año del sector de manufactura las necesidades e incentivos son muy distintos para cada cual.
Por ahora, sin estar en desacuerdo con la magna visión de desarrollo económico social presentada por Aponte, mi recomendación es extender la ley actual y trabjar de inmediato en una mejor ley enfocada en la industria de manufactura, teniendo cuidado de no querer resolverlo todo ahora. El que mucho abarca… espanta la inversión.